Hoy a un paso de lanzarme a tierra estoy viviendo una sensación tan gratificante.
Es como si volviera a nacer, como si mis esperanzas nunca hubiesen fugado.
Me siento feliz, muy feliz por cierto.
No que mi vida haya sido siempre un calvario, pero estuve en las tinieblas
largo tiempo y ahora siento algo que consume mis venas...
Crece, crece....
Esta sensación me inunda de alegría como si supiera que esto me traería
solo felicidad. Como si no viera nada malo asociado a esto.
Lo debo a Dios, quien a pesar de que lo dejé en el último escalón
de mi vida supo perdonarme e igual me lanzó una chispa de oportunidad
que hoy
crece, crece...
crece, crece...
También lo debo a mis padres que vivieron conmigo cada tropiezo
y cada triunfo. Que a pesar de mis torpezas solo vieron esperanza en mi.
Ellos que nunca perdieron la ilusión de que yo podría salir de esto.
También le debo a mis amigos. En cierta parte les debo a varios de ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario